Vistas de página en total

sábado, 28 de mayo de 2011

Garcia Lorca

Garcia Lorca









Garcia lorca :pertenecio a la generacion del 27 

datos persanales:
                                          nacio en 1896-1936 en Gracnada
                                          estubo en una residencia de estudiante  en Madrid
                                          y se fue a estados unido en 1929



                                          murio fusilado en 1936



 obras:

                         romancero gitano


                         poeta de new your

Antonio Machado





 fue un poeta muy reconoci y tuvo una vida muy lamentable
su mujer se murio  a los 18  años, y tuvo que uri a francia .que por los Franco gano la guerra y el era Republicano


unas de sus  obras màs buenas fue campos de castilla

              Campos de Soria

                              VI

¡Soria fría, Soria pura,
cabeza de Extremadura

con su castillo guerrero 
arruinado, sobre el Duero; 
con sus murallas roídas 
y sus casas denegridas! 

¡Muerta ciudad de señores 
soldados o cazadores; 
de portales con escudos 
de cien linajes hidalgos, 
y de famélicos galgos, 
de galgos flacos y agudos, 
que pululan 
por las sórdidas callejas, 
y a la medianoche ululan, 
cuando graznan las cornejas! 

¡Soria fría! La campana 
de la Audiencia da la una. 
Soria, ciudad castellana 
¡tan bella! bajo la luna. 


                              VII 

¡Colinas plateadas, 
grises alcores, cárdenas roquedas 
por donde traza el Duero 
su curva de ballesta 
en torno a Soria, obscuros encinares, 
ariscos pedregales, calvas sierras, 
caminos blancos y álamos del río, 
tardes de Soria, mística y guerrera, 
hoy siento por vosotros, en el fondo 
del corazón, tristeza, 
tristeza que es amor! ¡Campos de Soria 
donde parece que las rocas sueñan, 
conmigo vais! ¡Colinas plateadas, 
grises alcores, cárdenas roquedas!... 


                              VIII 

He vuelto a ver los álamos dorados, 
álamos del camino en la ribera 
del Duero, entre San Polo y San Saturio, 
tras las murallas viejas 
de Soria —barbacana 
hacia Aragón, en castellana tierra—. 

Estos chopos del río, que acompañan 
con el sonido de sus hojas secas 
el son del agua, cuando el viento sopla, 
tienen en sus cortezas 
grabadas iniciales que son nombres 
de enamorados, cifras que son fechas. 
¡Álamos del amor que ayer tuvisteis 
de ruiseñores vuestras ramas llenas; 
álamos que seréis mañana liras 
del viento perfumado en primavera; 
álamos del amor cerca del agua 
que corre y pasa y sueña, 
álamos de las márgenes del Duero, 
conmigo vais, mi corazón os lleva!

jueves, 20 de enero de 2011


    Benito María de los Dolores Pérez Galdós
 (Las Palmas de Gran Canaria, 10 de mayo de 1843 - Madrid, 4 de enero de 1920), conocido como Benito Pérez Galdós, fue un novelista, dramaturgo y cronista español. Se trata del mayor representante de la novela realista del siglo XIX en España, y uno de los más importantes escritores en lengua española.

Infancia y juventud

Galdós era el décimo hijo de un coronel del ejército, Sebastián Pérez, y de Dolores Galdós, una dama de fuerte carácter e hija de un antiguo secretario de la Inquisición. El padre inculcó en el hijo el gusto por las narraciones históricas contándole asiduamente historias de la Guerra de la Independencia, en la que había participado. Su imaginación fue desbordante ya desde muy joven. En 1852 ingresó en el Colegio de San Agustín, que aplicaba una pedagogía activa y bastante avanzada para la época, durante los años en que empezaban a divulgarse por España las polémicas teorías darwinistas, de lo cual hay ecos en obras suyas como, por ejemplo, Doña Perfecta.

Las primeras obras

Retrato de Benito Pérez Galdós por Joaquín Sorolla
En 1870 publicó su primera novela, La Fontana de Oro, escrita entre 1867 y 1868, en parte durante uno de sus viajes a Francia, gracias al dinero de su tía. En realidad, en esa época la publicación de un libro se hacía gracias a la ayuda de los periódicos y de las revistas o corría a cuenta del autor. Esta obra, con los defectos de toda obra primeriza, bosqueja la situación ideológica de España durante el Trienio Constitucional (18201823).
La Sombra fue publicada en noviembre de 1870, por entregas, en La Revista de España. A pesar de que fue editada posteriormente a la La fontana de oro, los críticos ponen de relieve la posibilidad de que fuera redactada uno o dos años antes.

Madurez

En 1876 se publicó Doña Perfecta, una novela contra la intolerancia ideológica asentada en una imaginaria ciudad mesetaria, Orbajosa, semejante a la Ficóbriga de Gloria, su siguiente novela (1877). Pese a las oposiciones que suscitó la obra entre los neos, o neocatólicos, Galdós fue elegido miembro de la Real Academia Española en 1889.
Podría decirse que la sociedad llega a un punto de su camino en que se ve rodeada de ingentes rocas que le cierran el paso. Diversas grietas se abren en la dura y pavorosa peña, indicándonos senderos o salidas que tal vez nos conduzcan a regiones despejadas(...). Contábamos, sin duda, los incansables viajeros con que una voz sobrenatural nos dijera desde lo alto: por aquí se va, y nada más que por aquí. Pero la voz sobrenatural no hiere aún nuestros oídos y los más sabios de entre nosotros se enredan en interminables controversias sobre cuál pueda o deba ser la hendidura o pasadizo por el cual podremos salir de este hoyo pantanoso en que nos revolvemos y asfixiamos. Algunos, que intrépidos se lanzan por tal o cual angostura, vuelven con las manos en la cabeza, diciendo que no han visto más que tinieblas y enmarañadas zarzas que estorban el paso; otros quieren abrirlo a pico, con paciente labor, o quebrantar la piedra con la acción física de substancias destructoras; y todos, en fin, nos lamentamos, con discorde vocerío, de haber venido a parar a este recodo, del cual no vemos manera de salir, aunque la habrá seguramente, porque allí hemos de quedarnos hasta el fin de los siglos

Vida sentimental

La vida sentimental de Galdós no ha sido muy estudiada, en parte por la discreción que le envolvió en tales asuntos y de la que hizo gala incluso en sus estudiadamente anodinas Memorias de un desmemoriado, que parecen escritas casi para desalentar empeños biográficos ulteriores, en forma más bien de diario de viajes. El caso es que permaneció soltero, si bien fue asiduo cliente de amores mercenarios y tuvo una hija natural en 1891 de una madre que se suicidó posteriormente, Lorenza Cobián. También se conoce bien su relación con la actriz Concha Morell y con la novelista Emilia Pardo Baz

Últimos años

En una ocasión don Gabino Pérez, su editor, le quiso comprar en firme sus derechos literarios de las dos primeras series de los Episodios nacionales por quinientas mil pesetas, una fortuna entonces. Don Benito replicó: «Don Gabino, ¿vendería usted un hijo?». Y, sin embargo, don Benito no sólo no disponía jamás de un cuarto, sino que había contraído deudas enormes. Las flaquezas con el pecado del amor son pesadas gabelas. Pero éste no era el único agujero por donde el diablo le llevaba los caudales, sino, además, su dadivosidad irrefrenable, de que luego hablaré. En sus apuros perennes acudía, como tantas otras víctimas, al usurero. Era cliente y vaca lechera de todos los usureros y usureras matritenses, a quienes, como se supone, había estudiado y cabalmente conocía en la propia salsa y medio típico, con todas sus tretas y sórdida voracidad. ¡Qué admirable cáncer social para un novelista! (Léase su Fortunata y Jacinta y la serie de los Torquemadas). Cuando uno de los untuosos y quejumbrosos prestamistas le presentaba a la firma uno de los recibos diabólicos en que una entrega en mano de cinco mil pesetas se convierte, por arte de encantamiento, con carácter de documento ejecutivo o pagaré al plazo de un año, en una deuda imaginaria de cincuenta mil pesetas, don Benito tapaba con la mano izquierda el texto, sin querer leerlo, y firmaba resignadamente. Los intereses de la deuda ficticia así contraídos le llevaban casi todo lo que don Benito debía recibir por liquidaciones mensuales de la venta de sus libros. Muy pocos años antes de la muerte de don Benito, un periodista averiguó por esto su precaria situación económica y la hizo pública, con que se suscitó un movimiento general de vergüenza, simpatía y piedad(...). A principios de mes acudían a casa de don Benito, o bien le acechaban en las acostumbradas calles, atajándole al paso, copiosa y pintoresca colección de pobres gentes, dejadas de la mano de Dios; pertenecían a ambos sexos y las más diversas edades, muchos de ellos de semblante y guisa asaz sospechosos; todos, de vida calamitosa, ya en lo físico, ya en lo moral, personajes cuyas cuitas no dejaba de escuchar evangélicamente(...). Don Benito se llevaba sin cesar la mano izquierda al bolsillo interno de la chaqueta, sacaba esos papelitos mágicos denominados billetes de banco, que para él no tenían valor ninguno sino para ese único fin, y los iba aventando.